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La cantante entrerriana Vanina Rivarola presenta “India”, una relectura del emblemático disco “Yo le canto al Paraguay” de Jorge Cafrune, a 50 años de su lanzamiento, para honrar el legado de tan inmenso artista de nuestro folklore, así como el repertorio que enarbola con belleza y delicadeza lo mejor del acervo cultural paraguayo, en su momento magistralmente abordado de forma orquestal por el Mtro. Oscar Cardozo Ocampo.

El espectáculo se desprende de la concepción de su nuevo disco, “India”, de reciente lanzamiento, que cuenta con la participación de Teresa Parodi, Ramón Ayala, Facundo Guevara y de la talentosa artista paraguaya Myrian Beatriz, y cuya producción artística estuvo a cargo del reconocido guitarrista Diego Rolón.

El arte de tapa de “India” es obra del reconocido fotógrafo y artista visual Marcos López y sintetiza perfectamente el espíritu de este litoral sound scape y la atmósfera donde nace este nuevo material, propia de un universo que condensa en un lenguaje actual los misterios de la selva y el río y el poder de una y todas las mujeres.

 

Aportando una estética personal, femenina y actual, que fusiona el litoral y la ciudad y renueva criteriosamente la tradición con la modernidad, Vanina es acompañada por Emiliano Navazo en bajo y el propio Rolón en guitarras, y gracias a las nuevas tecnologías, el espectáculo incorpora la voz de un joven Ramón Ayala que atraviesa el tiempo y el espacio en un emocionante recitado que invoca a aquellos artistas que engrandecieron la riquísima cultura paraguaya. El recitado forma parte del tema “Dulce Paraguay”, de autoría de Ayala, que es un rescate sumamente oportuno para este homenaje al país hermano, aunque originalmente no forme parte del track list del disco.

Posicionándose como una de las nuevas referentes vocales de nuestro litoral, hoy que el chamamé, uno de sus ritmos más característicos, es reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, Vanina desarrolla un enfoque más urbano y eléctrico para el abordaje de su raíz litoraleña que invoca la sonoridad de la polka paraguaya electrónica, y que sintetiza a la perfección el espíritu de este litoral soundscape y la atmósfera en la que se desenvuelve este espectáculo, propia de un universo que condensa en un lenguaje actual los misterios de la selva y el río y el poder de una y todas las mujeres.



 

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